Un sistema de medición puede tener cualquier combinación de exactitud y precisión. Por ejemplo, un sistema de medición que mide las tabletas de un medicamento es preciso pero no exacto si mide las mismas tabletas de 200 mg como 205.54 mg, 205.43 mg y 205.03 mg. Las mediciones del sistema de medición están cerca unas de otras y, por lo tanto, son precisas. Pero no están cerca del valor real (200 mg) y, por lo tanto, no son exactas.
La exactitud de un sistema de medición tiene tres componentes: sesgo, linealidad y estabilidad. La precisión de un sistema de medición tiene dos componentes: repetibilidad y reproducibilidad. Estos componentes se pueden analizar de forma exhaustiva con diferentes estudios del sistema de medición.
La integridad de los datos depende de la integridad del sistema de medición. Si usted detecta problemas de exactitud y precisión, debe mejorar el sistema de medición para poder confiar en los datos.